cuento de la cenicienta
¡Bienvenidos a todos! Hoy hablaremos sobre uno de los cuentos más populares y queridos por muchas generaciones: Cenicienta. Este relato ha sido contado en diferentes versiones alrededor del mundo desde hace siglos, y su historia siempre ha cautivado a grandes y chicos. Es una historia que nos muestra la importancia de ser amables, justos y perseverantes sin importar las circunstancias difíciles que se nos presenten en la vida. Pero, ¿cuál es el verdadero origen detrás del cuento Cenicienta? ¡Sigue leyendo para descubrirlo junto con nosotros!
Origen del cuento cenicienta
El origen del cuento de Cenicienta es incierto, pero se cree que la primera versión conocida fue escrita por el autor francés Charles Perrault en 1697. Sin embargo, esta historia no fue creada por él ya que versiones similares existían en diferentes culturas.
Se piensa que los orígenes del relato de Cenicienta se remontan a China, donde hay registros escritos de una historia similar desde el siglo IX d.
C. También existen cuentos populares parecidos en Egipto y Grecia antiguas.
En Europa, la historia se popularizó gracias a las narraciones orales y literarias durante la Edad Media. De hecho, algunas partes del cuento original de Perrault fueron tomadas prestadas de historias medievales sobre mujeres pobres y valientes con un toque sobrenatural.
El nombre “Cenicienta” proviene del término inglés “cinder girl”, o chica ceniza en español, debido al trabajo duro que realizaba el personaje principal limpiando ceniza. En otras culturas, sin embargo, este personaje tenía nombres distintos como Ashputtel o Yeh-Shen.
A lo largo de los años, muchos han sido los autores e ilustradores que han reinterpretado y adaptado esta clásica historia para nuevas generaciones. ¡Es impresionante cómo una leyenda tan antigua aún continúa cautivándonos hasta hoy!
Cuento Cenicienta:
Esta clásica historia de hadas cuenta la historia de una joven que vive con su madrastra y sus hermanastras, tratando duramente a Cenicienta. El protagonista encuentra consuelo con los animales mágicos que viven alrededor de ella y recibe ayuda para asistir a un baile real donde la princesa descubre que fue ella quien llevaba el zapato perdido.
Hubo un hombre que al poco tiempo de su matrimonio perdió a su esposa, creando de este modo una soledad en su corazón. No obstante, pasaron los años hasta que conoció a una mujer totalmente diferente a él. Esta nueva conocida resultó ser alguien despreciable y arrogante, sin embargo logró enamorarle por completo.
Una mujer y un hombre decidieron unir sus vidas y casarse, pero la situación se volvió complicada cuando él tuvo que acoger a los dos hijos arrogantes de ella. Tenían entre ellos a una muchacha hermosa frente a las otras dos hermanas, lo cual provocó el enojo de su madrastra quien decidió tratarla mal. La pobre pasaba sus días realizando todos los trabajos en la casa como fregar o limpiar, además de tener que soportar burlas incluso cuando descansaba en el parque cercano.
Se veía que Cenicienta estaba dándole trabajo a su madrastra y hermanastras cuando de repente se quedaban callados y le gritaban el nombre. Esto sucedía porque volvían a encontrarla llena de cenizas.
A pesar de todas las adversidades que tenía que enfrentar, ella nunca se mostraba descontento.
Un día, mientras escuchaba a sus hermanas planeando acudir a la fiesta realizada por el hijo del Rey, Cenicienta decidió también querer asistir. No obstante, se percató de que no era algo que le estaba permitido a alguien como ella.
Después de que sus hermanas se prepararan para el baile, ella los ayudó con lo suyo y tuvo que despedirlos con tristeza. Esto le provocó un llanto ya que no podía ir a la fiesta. De repente, como por milagro, apareció su hada madrina.
– ¿Estás bien, Cenicienta? ¿Por qué estás tan triste?
Me encantaría asistir a la fiesta como mis hermanas, pero no tengo medios para hacerlo.
Una gran sonrisa se dibujó en su cara al decir que él podría arreglar el problema.
Cenicienta comenzó una búsqueda dentro de su hogar en busca de los elementos requeridos por su hada madrina: una calabaza, ratones, lagartos y una rata. Con su magia, los transformó todos ellos para convertirse en un carruaje dorado con sus seis caballos blancos al frente, maravillando a quienes la descubrían gracias a la presencia de los lacayos que lo servían.
La hada madrina recordó de repente, exclamando “¡Ah claro, se me pasó por alto!”
Él hizo un gesto mágico que cambió su atuendo humilde a algo de lujo y muy hermoso. Se puso un maravilloso vestido de tisú con tonos dorado y plata, además cuidó sus pies al colocarles unos delicados zapatos de cristal.
Ten presente Cenicienta que el hechizo se romperá exactamente al llegar a la media noche, entonces debes dejar la fiesta y regresar con anticipación para no perderte el encanto.
Cuando la joven conocida como Cenicienta llegó al palacio, se produjo un profundo silencio a causa de su increíble belleza. Todos estaban asombrados de ver a tal hermosa princesa en el lugar. El príncipe decidió sacarla a bailar para que pudieran conocerse mejor; en cuanto él pudo contemplar su belleza desde cerca, no pudo evitar sentirse profundamente cautivado por ella.
La joven comúnmente conocida como Cenicienta se encontraba feliz disfrutando de la invitación que había recibido para el baile en el palacio, hasta que vino la hora de irse y ella, tan inexperta al tener el límite de tiempo, no se dio cuenta. Por tal motivo salió corriendo despavorida y perdiendo un zapato a lo largo del camino. El príncipe, preocupado por su niña, trató de salir detrás para poder alcanzarla pero fue en vano. Tan sólo atrapó el zapato perdido.
Al pasar unos días, un emisario del palacio llegó a la casa de Cenicienta con un zapato de cristal. El príncipe había vetado que todas las mujeres del reino se lo probaran hasta encontrar a la dueña correcta. Fue así como sus hermanastras lo intentaron sin éxito, pero cuando vinieron al turno de Cenicienta, incluso los presentes se burlaron y dijeron que no valía la pena probárselo porque ella jamás sería capaz de encontrar el calzado. A pesar de todo eso, Cenicienta decidió intentarlo y resultó ser el perfecto para ella.
Después de que el príncipe le pidiera matrimonio a Cenicienta, la unión hizo que sus vidas fueran mejores y ella se comportó con generosidad al perdonar a sus hermanastras con quienes logró acordar casamientos para ellas. Esto fue beneficioso para ellas dado que encontraron esposos entre los caballeros de la corte.
Moraleja del cuento cenicienta
La moraleja del cuento de la Cenicienta es una de las más conocidas y populares en todo el mundo. En esta historia, podemos ver como la bondad, la paciencia y la valentía son valores fundamentales que pueden ayudarnos a superar cualquier obstáculo.
La historia nos enseña que debemos ser siempre amables con los demás, incluso si no recibimos lo mismo a cambio. La Cenicienta sufre maltratos por parte de su madrastra y sus hermanastras, pero ella nunca pierde su buen corazón ni su disposición para hacer el bien.
Además, también se puede aprender que debemos tener fe en nosotros mismos y luchar por nuestros sueños. A pesar de todas las dificultades que enfrentó, Cenicienta nunca dejó de creer en sí misma ni renunció a sus deseos.
Por otro lado, también nos muestra cómo nuestras acciones tienen consecuencias. La madrastra y las hermanastras fueron castigadas por haber sido crueles con Cenicienta mientras ella fue recompensada por su buena actitud.
En definitiva, la moraleja del cuento de la Cenicienta es una lección muy valiosa sobre cómo vivir nuestra vida con integridad y compasión hacia los demás.